Nerón Claudio César Augusto Germánico nació el 15 de diciembre del 37 y murió el 9 de junio de 68. Su nombre en latín era Nero Claudius Cæsar Augustus Germanicus. Fue emperador de Roma durante casi 14 años, entre el 13 de octubre de 54 hasta su muerte. Fue el último emperador de la dinastía Julio-Claudia.
Hijo de Cneo Domicio Ahenobarbo y Agripinila. Nerón llegó al trono al morir su tío Claudio, quien había desheredado a su propio hijo, Británico y había nombrado a Nerón su sucesor.
Centrado en la diplomacia y el comercio, Nerón promovió la riqueza cultural del imperio fomentando la construcción de teatros y patrocinando competiciones atléticas. Durante su reinado Roma venció al Imperio Parto, reprimió la revuelta de los británicos (60 – 61) y mejoró sus relaciones con Grecia. Su reinado terminó tras un golpe de estado, luego del cual aparentemente fue forzado a suicidarse
Los escritos de los historiadores Tácito, Suetonio y Dión Casio presentan a Nerón como un tirano y un extravagante. Se menciona que ejecutó a su madre y a su hermanastro Británico. Sobre todo se dice que mientras Roma ardía, el componía con su lira. También se presenta a Nerón como un perseguidor de cristianos implacable. De los escritos sobre él que han sobrevivido, muy pocos lo describen favorablemente, aunque algunos destacan su enorme popularidad con el pueblo, especialmente en Oriente. La veracidad de los escritos clásicos es motivo de controversia en la actualidad, pero separar la realidad de la ficción en tales documentos es prácticamente imposible.
JUVENTUD
Nerón nació el 15 de diciembre de 37. Su nombre al nacer era Lucio Domicio Ahenobarbo. Fue el único hijo de Cneo Domicio Ahenobarbo y Agripinila, quien era la hermana del emperador Calígula. Su padre servía como pretor y miembro de la guardia personal de Calígula. A Cneo se lo describe como un asesino, y el emperador Tiberio lo acusó de traición, adulterio e incesto. Se liberó de dichos cargos luego de la muerte de Tiberio. Cneo murió cuando Nerón sólo tenía 3 años de edad.
ASCENSO AL PODER
Nerón no era un candidato fuerte a ascender al trono, ya que su tío Calígula llegó al trono con 24 años, dándole amplio tiempo para tener o nombrar herederos. Además su madre perdió el favor de Calígula al morir su marido Cneo en 39 y fue enviada al exilio.
Sin embargo Calígula sería asesinado junto a su esposa y su hija en el año 41. Así Claudio, tío de Calígula, ascendió al trono y una vez establecido en el poder, permitió a Agripinila regresar del destierro.
Claudio había estado casado dos veces antes de casarse con Mesalina. De esos primeros matrimonios tuvo dos hijos: Claudio Druso, que murió de adolescente, y una hija. Con Mesalina tuvo dos hijos más: Claudia Octavia y Británico. Mesalina urdió un complot para derrocarlo y Claudio tuvo que asesinarla. En el año 49 contrajo matrimonio con Agripinila. Al año siguiente adoptó a Nerón, pasando este a llamarse Claudio Nerón César Druso. Al ser Nerón mayor que Británico, pasó a ser el heredero al trono.
Con 14 años, Nerón se proclamó adulto. Lo nombraron procónsul y entró al Senado. Realizó sus primeras apariciones públicas junto al emperador Claudio y apareció en las monedas oficiales del gobierno como sucesor. Se casó con su hermanastra Claudia Octavia
EMPERADOR
Primera Etapa
Al morir Claudio en el año 54 (algunos escritos antiguos sostienen que Agripinila lo envenenó, aunque no hay pruebas fehacientes de ello), Nerón llegó al poder como su inmediato sucesor con solo 16 años de edad. La primera etapa de su reinado fue marcada por una fuerte influencia de su madre, además de ser reconocida como un ejemplo de administración eficiente, en la cual el Senado ejerció influencia y poder en los asuntos de Estado. Pero pronto surgió una competencia entre su madre y sus asesores, Séneca y Burro. Mientras Nerón parlamentaba con un delegado armenio en el año 54, Agripinila intentó sentarse junto a Nerón, pero esto fue impedido por Séneca. Pronto los allegados a Nerón empezaron a ponerlo en contra de su madre, advirtiéndole de su «sospechosa conducta».
Como su matrimonio con Octavia estaba lejos de ser satisfactorio, Nerón empezó un romance con Claudia Actea, una liberta. Agripinila tomó partido por Octavia y exigió que Actea fuera despedida. Nerón se negó a acceder a las exigencias de su madre (influenciado por Séneca). Al llegar Británico a los 14 años de edad, la mayoría de edad, Nerón empezó a verlo como una amenaza. Agripinila, denigrada por su hijo, otorgó su apoyo a Británico para que ascendiera al trono. Sin embargo, Británico murió de manera repentina y rodeado de sospechas, el 12 de febrero de 55, el día antes de ser proclamado adulto. La versión de Nerón fue que murió de un ataque de epilepsia, pero los historiadores antiguos señalan a Nerón como su asesino, envenenándole el vino. Tras la muerte de Británico, Agripinila fue expulsada de la residencia imperial.
Matrimonio y consolidación en el poder
A medida que pasaba el tiempo, Nerón fue consolidándose en el poder, liberándose de asesores y eliminando rivales. Burro fue acusado de conspirar para derrocarlo y Séneca de tener relaciones con Agripinila y malversación de fondos. Todos fueron absueltos, pero su papel político fue reducido.
En el año 58, Nerón inició un amorío con Popea Sabina, esposa de su amigo y futuro emperador, Marco Salvio Otón. Como no podía casarse con Popea mientras su madre siguiera viva, ya que esta se opondría, ordenó asesinarla en el año 59. En realidad Nerón no se casó con Popea hasta el año 62 y según historiadores, él se casó bajo la presión de ella y el verdadero motivo por el que asesinó a su madre es porque ésta había conspirado para colocar a Cayo Rubello Plauto en su lugar en el trono. En ese mismo año Burro murió y Séneca fue acusado nuevamente de malversación de fondos, por lo que tuvo que retirarse. Nerón se divorció de Octavia, la desterró -hecho que causó protestas del pueblo- la llamó del exilió y luego la ejecutó. Popea murió en el año 65, luego que Nerón, en estado de ebriedad, le propinara una patada en el vientre, estando ella embarazada.
El año 62 fue el comienzo de tensiones entre el Senado y el emperador. Para consolidar su poder, Nerón ejecuto a varios de sus rivales entre el año 62 y 63. Otra de sus acciones consistía en usurpar las prerrogativas del Senado. Aunque les había prometido, al ascender al trono, devolverles los poderes que tuvieran durante la República, los senadores se quejaban de que no había cumplido su promesa. Así se dio origen a la Conspiración de Pisón.
Guerra con Partia
En el año 55 el príncipe Radamisto del reino vasallo de Armenia fue derrocado y reemplazado por Tiridates I, príncipe parto. En Roma esto se vio como una invasión a su territorio. Nerón envió un ejercito y los partos cedieron el poder de Armenia a Roma. Pero en el año 58 una guerra surgió al producirse una invasión a gran escala de Armenia por parte del rey de Partia, Vologases I, hermano de Tiridates I. El ejército romano, a manos de Cneo Domicio Corbulo, los rechazó de manera contundente, logrando tomar el control de Armenia nuevamente.
Esta victoria sirvió a Nerón para ganarse el apoyo del público en Roma. Luego el emperador otorgó a Tigranes VI el trono de Armenia y Corbulo obtuvo la gobernación de Siria por su actuación exitosa en el Este.
Tigranes invadió la provincia parta de Adiabene en el año 62, enfrentando nuevamente a Roma y Parta en una guerra hasta el año 63. Partia por su parte fomentaba disturbios en Siria, y Corbulo pidió a emperador romano continuar con la guerra. Sin embargo, Nerón eligió la paz. Como resultado de las negociaciones, Tiritades fue proclamado Rey de Armenia y coronado en Roma por el propio Nerón. Se acordó que los futuros reyes de Armenia debían ser príncipes de Partia pero proclamados por el emperador romano. Este acuerdo fue visto con buenos ojos por el pueblo romano, ya que miles de vidas se habían salvado gracias a las negociaciones de Nerón. Y de hecho, la paz se mantuvo hasta el año 114. Desde el puntos de vista político, Nerón ganó amplia popularidad en el Este y entre los partos.
Política administrativa
Nerón tenía una obsesión por ser popular y en sus decisiones siempre trató de beneficiar a las clases populares, lo que lo hizo objeto de críticas por parte de la aristocracia.
En los primeros años de su reinado, Nerón prometió mayor autonomía al Senado, prohibiendo que se le mencionara en los decretos públicos.
A partir del año 55 su papel como administrador se hizo más activo. Fue cónsul en cuatro oportunidades. Puso restricciones a los montos de fianzas y multas. Limitó los honorarios de abogados. Surgió un debate en el Senado sobre el derecho de los antiguos dueños de libertos a revocar la libertad de estos si su conducta frente a ellos no era apropiada y Nerón tomó partido por los libertos. Luego el Senado intentó aprobar una ley relativa a su libertad, pero Nerón la vetó.
Su objetivo era mejorar la situación de los más pobres. Por ello intentó derogar los impuestos indirectos, aunque el Senado se lo negó. Llegaron a un acuerdo reduciendo los impuestos de un 4,5% al 2,5%. Además se hicieron los registros tributarios de dominio público y los barcos mercantes quedaron exentos de pagar impuestos, con el fin de bajar el costo de los alimentos.
Nerón era un amante de las artes y del placer. Teatros y gimnasios se construyeron durante su gobierno y se celebraron combates de gladiadores. Surgieron los Quinquenales Neronia, juegos en los que se interpretaba poesía y teatro. Estos juegos no fueron bien vistos en Roma por dos motivos: primero, el teatro era visto como algo inmoral y propio de las clases bajas; segundo, significaban una gran carga para el Erario.
A partir del año 63 la economía de Roma empieza a entrar en crisis. La guerra contra los partos y los problemas de transporte encarecieron el grano. Nerón donó una parte del tesoro para pagar el grano y luego firmó la paz con Partia.
En el año 64 un devastador incendio asoló Roma. Nerón destinó todo el dinero disponible para reconstruir la ciudad y aumentó notablemente los impuestos a los más adinerados.
Una serie de proyectos de construcción apadrinados por Nerón vaciaron el Tesoro: la recolección de los escombros del incendio (con el fin de evitar el paludismo), la construcción de la Domus Aurea (literalmente Casa de Oro, que no pudo terminar antes de morir) y el intento de excavar un canal navegable a través del Istmo de Corinto.
Domus Aurea
REBELIONES
El reinado de Nerón fue bastante pacífico, si se lo compara con los de los emperadores que lo sucedieron. La única guerra que sucedió durante su gobierno fue la guerra contra Partia, la cual concluyó como una victoria política y militar. Nerón fue uno de los pocos emperadores que pudo cerrar las puertas del Templo de Jano. En la mitología romana, Jano era el dios del principio y del final. Su templo, ubicado en el Foro Romano, debía tener las puerta cerradas durante épocas de paz. Augusto, Vespiano y Nerón fueron los únicos emperadores romanos que pudieron mantener las puertas del templo cerradas.
Sin embargo, surgieron una serie de rebeliones internas y luchas por el poder durante sus casi 14 años como emperador.
Rebelión británica
En el año 60, la reina Boudica aprovechó que el gobernador de la provincia de Britania, Cayo Suetonio Paulino, estaba con su ejército tratando de ocupar la Isla de Mona, y se rebeló contra Roma, destruyendo tres ciudades antes de que el gobernador pudiera retornar y sofocar la rebelión. Esa fue la Batalla de Watling Street, del año 61. Nerón decidió cambiar el gobernador por uno más conciliador, Publio Petronio Turpiliano.
Conspiración de Pisón
En el año 65 un senador romano (Calpurnio Pisón), organizó una conspiración para derrocar al emperador. Entre sus ayudantes estaban un tribuno pretoriano (Subrio Flavio) y un centurión (Sulpicio Ásper). El complot fue descubirto por un liberto, Milico, quien informó a Epafrodito, secretario de Nerón. Así la conspiración fue un fracaso y se llevó a cabo la ejecución de los organizadores. Entre los ejecutados estaba Marco Aneo Lucano, amigo de Nerón y sobrino de Séneca. Este último, ex asesor del emperador, suicidó al reconocer saber del complot.
Revuelta judía
La tensión religiosa entre griegos y judíos derivó en una revuelta en Judea en el año 66. Tito Flavio Vespasiano, futuro emperador de Roma, fue enviado a terminar con el conflicto en el año 67, lo que llevó a cabo en el año 70 (Nerón hacía dos años que ya había fallecido). Como consecuencia de este enfrentamiento la ciudad y el Templo de Jerusalén fueron destruidos por los romanos.
Rebelión de Víndex
La política fiscal de Nerón fue el principal motivo por el que el gobernador de Gallia Lugdunensis, Cayo Julio Víndex, se rebelara contra Roma. Nerón envió a Lucio Verginio Rufo, gobernador de Germania Superior a terminar con el conflicto. Víndex pidió ayuda al gobernador de Hispania Tarraconense, Galba, pero Rufo derrotó a Víndex, quien se suicidó. Galba fue declarado enemigo público del imperio.
El ascenso de Galba
Al recuperar el control militar del Imperio, Nerón no fue bien visto por sus enemigos en Roma. El Senado proclamó en el año 68 a Galba como emperador y Nerón fue declarado enemigo público. Nerón fue capturado ya que la Guardia Pretoriana había sido sobornada y su prefecto, Ninfidio Sabino, quería ser emperador. Este fue quien lo capturó y lo obligó a suicidarse.
Nerón no dejó herederos, por lo que los años siguientes desestabilizaron el Imperio, que se vio inmerso en una serie de guerras civiles que fueron conocidas como el Año de los cuatro emperadores. Finalmente, luego de que lucharan los sucesores de Nerón entre sí por el trono, Vespasiano ascendió al poder, iniciando la dinastía Flavia.
El gran incendio de Roma
Roma fue devastada por un incendio de enormes proporciones que se inició la noche del 19 de julio de 64 en el sureste del Circo Máximo, lugar donde se comercializaban productos inflamables, y prosiguió durante cinco días. De los catorce distritos de la ciudad, cuatro fueron totalmente destruidos y otros siete sufrieron graves daños. De los historiadores de la época, sólo Plinio el Viejo lo describe. Los demás historiadores lo obvian por completo.
La causa real del incendio, ya sea accidental o premeditado, no está establecida. Según Suetonio y Dión Casio, fue el mismísimo Nerón quien lo originó, ya que quería reconstruir la ciudad según su propio gusto. Según Tácito, fueron los cristianos, quienes incluso se declararon culpables, aunque hay dudas sobre la posibilidad de que dicha confesión fuera hecha bajo amenaza de tortura. También hay que tener en cuenta que los incendios accidentales fueron comunes en la Antigua Roma.
Suetonio y Dión Casio afirman que Nerón estaba cantando el Iliupersis mientras el incendio devoraba la ciudad. Tácito, sin embargo, sostiene que Nerón estaba a 42 km. de Roma, en Antium, y al enterarse del desastre que estaba acaeciendo, viajó a Roma de inmediato y utilizó dinero de su propio tesoro para ayudar a reconstruir la ciudad. Aquellas personas que había perdido su hogar fueron albergadas en su palacio y creó un fondo para pagar alimentos para los damnificados. Este mismo historiador relata que el incendio provocó una ira enorme en el pueblo y que buscaron un chico expiatorio para descargarse, y así surgieron los rumores de que el mismo Nerón había iniciado el siniestro. El emperador, con el fin de quedar limpio de culpas, acusó a los cristianos y ordenó que fuesen arrojados a los perros, quemados vivos o crucificados. Este es el relato textual de Tácito:
«Sin embargo, ni por industria humana, ni por larguezas del emperador, ni por sacrificios a los dioses, se lograba alejar la mala fama de que el incendio había sido mandado. Así pues, con el fin de extirpar el rumor, Nerón se inventó unos culpables, y ejecutó con refinadísimos tormentos a los que, aborrecidos por sus infamias, llamaba el vulgo cristianos. El autor de este nombre, Cristo, fue mandado ejecutar con el último suplicio por el procurador Poncio Pilatos durante el Imperio de Tiberio y reprimida, por de pronto, la perniciosa superstición, irrumpió de nuevo no solo por Judea, origen de este mal, sino por la urbe misma, a donde confluye y se celebra cuanto de atroz y vergonzoso hay por dondequiera. Así pues, se empezó por detener a los que confesaban su fe; luego por las indicaciones que estos dieron, toda una ingente muchedumbre (multitudo ingens) quedaron convictos, no tanto del crimen de incendio, cuanto de odio al género humano. Su ejecución fue acompañada de escarnios, y así unos, cubiertos de pieles de animales, eran desgarrados por los dientes de los perros; otros, clavados en cruces eran quemados al caer el día a guisa de luminarias nocturnas. Para este espectáculo, Nerón había cedido sus propios jardines y celebró unos juegos en el circo, mezclado en atuendo de auriga entre la plebe o guiando él mismo su coche. De ahí que, aún castigando a culpables y merecedores de los últimos suplicios, se les tenía lástima, pues se tenía la impresión de que no se los eliminaba por motivo de pública utilidad, sino para satisfacer la crueldad de uno solo.»
Tácito, Anales, Libro XV.
Luego del desastre, Nerón proyectó un nuevo plan urbanístico que incluía la construcción de la Domus Aurea en un sector de la ciudad que había quedado despejado como consecuencia de la tragedia. Este complejo de lujo significaba un gasto para el que no se disponían fondos, por lo que Nerón decidió incrementar los impuestos de las provincias del Imperio.
Apariciones públicas
Nerón era aficionado a las conducción de carros, al arpa y a la poesía. También componía canciones, que fueron interpretadas por todo el Imperio.
Con el fin de aumentar su popularidad, Nerón inició la costumbre de cantar en público en el año 64. También cantó en el Quinquenal Neronia en el año 65. Aunque los historiadores sostienen que Nerón fue alentado por el Senado, sus amigos y el pueblo a cantar, otros sostienen que tal actividad no era digna para alguien de su posición.
En el año 66 / 67 tomó parte en los Juegos Olímpicos como competidor. El objetivo era mejorar las relaciones con Grecia y también consolidar el dominio romano sobre los griegos y sobre todos los demás pueblos. Nerón liberó a todos los griegos y los eximió de pagar tributo durante este evento. Participó como conductor de un carro de diez caballos, y allí sufrió una caída que casi significó su muerte. También ganó todas las coronas en las competiciones de actuación y canto, a pesar de no ser el mejor participante, situación en la que su condición de emperador y el soborno de jueces jugaron un papel preponderante. Luego en Roma, expuso en un desfile las coronas que había ganado.
Muerte
Cayo Julio Víndex, gobernador de la Gallia Lugdunensis, inició una rebelión contra Nerón debido a la política fiscal del emperador a fines de 67 o principios de 68. Lucio Verginio Rufio, quien era el gobernador de Germania Superior, fue enviado a terminar con la revuelta. Víndex pidió apoyo a Galba, gobernador de Hispania Terraconense pero ambos no pudieron contra Rufo, quien venció a Víndex y este último se suicidó. Galba, por su parte, fue declarado enemigo público.
De este modo Nerón recuperó el control militar del Imperio, pero sus enemigos en Roma supieron utilizar esto en su contra. El Senado proclamó a Galba emperador en junio de 68 y Nerón fue declarado enemigo público. La Guardia Pretoriana y su prefecto, Ninfidio Sabino fueron sobornados.
Según Suetonio, Nerón huyó a través de la Vía Salaria, pero se preparó para suicidarse con la ayuda de su secretario, Epafrodito, quien lo apuñaló cuando se aproximaba un soldado romano. Sus últimas palabras fueron:
«¡Qué artista muere conmigo!»
Estas palabras demuestran su amor por las artes.
Con la muerte de Nerón, la Dinastía Julio-Claudia llegó a su fin y el Imperio se vio revolucionado por una serie de guerras civiles entre los aspirantes al trono de Roma, que fueron conocidas como Año de los cuatro emperadores.
Suetonio y Dión Casio sostienen que el pueblo romano festejó la muerte de Nerón. Tácito, sin embargo, sostiene que la muerte del emperador fue bien recibida en el Senado, la nobleza y la clase alta pero los más humildes, los esclavos y los simpatizantes del teatro sintieron su muerte como un duro golpe y lo lloraron con amargura. El ejército, por su parte, se encontraba en una disyuntiva: debían obediencia a Nerón como emperador, pero habían sido sobornados para derrocarlo. Los historiadores modernos defiende esta última versión, sosteniendo que el pueblo le fue fiel hasta el final.
Después de su muerte, su nombre fue borrado de algunos monumentos y muchos de sus retratos fueron reelaborados para representar a otras personalidades. Esto era parte de la aplicación de un Damnatio Memoriae (= condena de la memoria), un decreto del Senado para eliminar todo recuerdo de un condenado, por lo cual cayeron así algunos emperadores en desgracia en forma póstuma.
Año de los cuatro emperadores
Así se conoce a la guerra civil que siguió a la muerte de Nerón. Fue un período inestable y turbulento. De acuerdo con los escritos de Tácito, esto fue consecuencia de la percepción generalizada de que ya no se podía confiar en la legitimidad dinástica imperial.
A Nerón lo sucedió Galba, quien reinó por un corto período, ejecutando durante su mandato a los antiguos aliados de Nerón, entre ellos Nimfidio Sabino, de quien se decía era hijo de Calígula.
A Galba lo derrocó Otón. Otón tenía el apoyo del ejército debido a su parecido con Nerón. Incluso utilizó el apellido Nerón y volvió a erigir muchas de las estatuas del emperador.
Vitelio venció a Otón y usurpó el trono. Inició su gobierno con un funeral en honor a Otón, durante el cual canciones compuestas por Nerón fueron interpretadas.
El suicidio de Nerón en el año 68 extendió la creencia popular de que en realidad el emperador no estaba muerto y de que algún día volvería. Esto dio lugar a la aparición de impostores. El primero de ellos surgió en 69, durante el reinado de Vitelio. Tenía un gran parecido físico, cantaba y tocaba la lira. Fue ejecutado. Durante el gobierno de Vespasiano (79 – 81) apareció otro impostor que tuvo la misma suerte que el anterior. Luego, durante el reinado de Domiciano, un cruel emperador, apareció un tercer usurpador, que tenía el apoyo de los partos. Esto generó una situación tan tensa que casi estalló en un conflicto armado entre ambas naciones.
HISTORIOGRAFÍA
Es muy difícil establecer la veracidad de las historias alrededor de Nerón y su reinado. Las historias que han sobrevivido van del extremo de criticarlo en demasía al otro extremo de llenarlo de alabanza. Además los relatos están mezclados con narraciones de sucesos fantásticos, inverosímiles y contradictorios. Y estas fuentes sirvieron de base para los relatos de las próximas generaciones de historiadores no contemporáneos a Nerón.
Los relatos de Fabio Rústico, Cluvio Rufo y Plinio el Viejo condenan a Nerón.
Tácito, Suetonio y Dión Casio, todos miembros de la aristocracia, son la principal fuente de la mayoría de la información sobre Nerón que nos ha llegado. Los dos primeros escribieron sobre el emperador más de 50 años después del deceso de este. Dión Casio lo hizo 150 años después. Aunque los tres lo critican, existen contradicciones en las versiones que dan de varios sucesos importantes de la vida de Nerón: la muerte de Claudio, la muerte de Agripinila y el Gran Incendio de 64.
Otros historiadores dan otra visión sobre el emperador, aunque la mayor parte de ellas son negativas o llenas de comentarios subjetivos y sensacionalistas. Los relatos provenientes del Este, sin embargo, lo retratan como un emperador competente y popular.
La ascensión de Constantino al poder de Roma (siglo IV) trajo el crecimiento del cristianismo y esto reforzó la imagen poco favorable de Nerón como ejecutor de cristianos.
NERÓN PARA LA RELIGIÓN
Tradición Judía
En el año 66 surge un conflicto en Jerusalén y Cesarea entre griegos y judíos. Una tradición judía narrada en el Talmud sostiene que Nerón llegó a Jerusalén y ordenó que sus soldados lanzaran flechas que cayeron sobre la ciudad. Luego pidió a un niño que le recitara un verso. El niño recitó:
«Me vengaré de Edom mediante mi pueblo de Israel»
(Ez. 25, 14)
Esto asustó a Nerón al punto que regresó inmediatamente a Roma. El verso implicaba la idea de que Dios quería la destrucción del Templo de Jerusalén, para luego castigar al destructor. Nerón dijo:
«quiere sembrar la destrucción en su Casa, pero echarme la culpa a mí».
Luego de esto, Nerón se convirtió al judaísmo para evitar ser castigado. Vespasiano fue quien en definitiva terminó con la rebelión.
Tradición cristiana
Para los cristianos Nerón es el primer perseguidor de cristianos y el asesino de Pedro y Pablo. También se lo considera el Anticristo.
Persecuciones
Tácito relata en sus escritos las torturas y ejecuciones de cristianos por parte del emperador, luego de acusarlos de haber causado el incendio del año 64 de manera intencional.
Suetonio también describe las persecuciones pero sin relacionar a los cristianos con la autoría del incendio. Estas descripciones son más bien elogiosas a la persona del emperador.
Tertuliano, Lactancio y Sulpicio también relatan la crueldad de Nerón para con los cristianos. Pero también se habla en otras fuentes de expulsiones de cristianos en Roma ordenadas por el emperador Claudio, antes de la llegada de Nerón al poder, presentándolas como una costumbre que ya venía gestándose desde antes en Roma.
Asesino de Pedro y Pablo
En un escrito apócrifo del siglo II Ascensión e Isaías se sugiere que Nerón asesinó a un apóstol, además de calificarlo como un matricida y perseguidor de cristianos.
Eusebio, obispo de Cesarea, considerado el padre de la historia de la Iglesia, relata que Pablo murió decapitado en Roma durante el reinado de Nerón. Afirma que las persecusiones de cristianos causaron la muerte de Pedro y Pablo, pero nunca dice que Nerón diera las órdenes de ejecutarlos.
Otro escrito apócrifo, Hechos de Pedro, habla de la crucifixión de Pedro boca abajo y de la huida de Pablo, con la promesa de Nerón de no seguir persiguiendo cristianos.
También hay escritos del siglo IV que sostienen que Pedro y Pablo fueron asesinados por órdenes del emperador Nerón.
Nerón como el Anticristo
La escatología del preterismo usa la figura de Nerón como eje central al considerarlo el Anticristo. Esta asociación se ha hecho con frecuencia, ya que se dice que el Anticristo sería «un rey sin ley, asesino de su madre [que] llegará a este mundo con todos los poderes, y todo el mundo accederá a lo que desee.» La primer referencia directa aparece en la Ascensión de Isaías. También en los Oráculos sibilinos se profetiza que Nerón regresará, trayendo destrucción. Lactancio sostuvo que el cuerpo de Nerón desapareció de su tumba y esto alimentó ciertas creencias que afirman que el emperador permanece oculto y que aguarda el momento para regresar.
Según algunos estudiosos modernos, el 666 es un código relacionado al emperador romano. Si se suman las letras del nombre de Nerón da como resultado 616 y 666 (tomando las dos variantes del nombre: Nero y Nerón).